Mundo Lírico
  Biografías de poetas
 
Biografías de los principales poetas chilenos

Pablo Neruda

Neftalí Ricardo Reyes Basoalto (quien escribiría posteriormente con
el seudónimo de Pablo Neruda) nació en Parral el año 1904, hijo de
don José del Carmen Reyes Morales, obrero ferroviario y doña Rosa
Basoalto Opazo, maestra de escuela, fallecida poco años después del
nacimiento del poeta.
 
En 1906 la familia se traslada a Temuco donde su padre se casa con
Trinidad Candia Marverde, a quién el poeta menciona en diversos
textos como Confieso que he vivido y Memorial de Isla Negra con
el nombre de Mamadre. Realiza sus estudios en el Liceo de Hombres
de esta ciudad, donde también publica sus primeros poemas en el
periódico regional La Mañana. En 1919 obtiene el tercer premio en
los Juegos Florales de Maule con su poema Nocturno ideal.
 
En 1921 se radica en Santiago y estudia pedagogía en francés en la Universidad de Chile donde obtiene el primer premio de la fiesta de la primavera con el poema La canción de fiesta, publicado posteriormente en la revista Juventud. En 1923, publica Crepusculario, que es reconocido por escritores como Alone, Raúl Silva Castro y Pedro Prado. Al año siguiente aparece en Editorial Nascimento sus Veinte poemas de amor y una canción desesperada, en el que todavía se nota una influencia del modernismo. Posteriormente se manifiesta un propósito de renovación formal de intención vanguardista en tres breves libros publicados en 1926: El habitante y su esperanza ; Anillos (en colaboración con Tomás Lagos) y Tentativa del hombre infinito.
 
En 1927 comienza su larga carrera diplomática cuando es nombrado cónsul en Rangún, Birmania. En sus múltiples viajes conoce en Buenos Aires a Federico García Lorca y en Barcelona a Rafael Alberti. En 1935, Manuel Altolaguirre le entrega la dirección a Neruda de
la revista Caballo verde para la poesía en la cual es compañero de los poetas de la generación del 27. Ese mismo año aparece la edición madrileña de Residencia en la tierra.
 
En 1936 al estallar la guerra civil española, muere García Lorca, Neruda es destituido de su cargo consular, y escribe España en el corazón.
 
En 1945 obtiene el premio Nacional de Literatura.
 
En 1950 publica Canto General, texto en que su poesía adopta una intención social, ética y política. En 1952 publica Los versos del capitán y en 1954 Las uvas y el viento y Odas elementales. En 1958 aparece Estravagario con un nuevo cambio en su poesía. En 1965 se
le otorga el título de doctor honoris causa en la Universidad de Oxford , Gran Bretaña. En octubre de 1971 recibe el Premio Nobel de Literatura.
 
Muere en Santiago el 23 de septiembre de 1973 . Póstumamente se publicaron sus memorias en 1974, con el título Confieso que he vivido.

Gabriela Mistral

Lucila Godoy, llamada Gabriela Mistral (conocida mejor como Gabriela Mistral), escritora chilena. Hija de un maestro rural, que abandonó el hogar a los tres años del nacimiento de Gabriela, la muchacha tuvo una niñez difícil en uno de los parajes más desolados de Chile. A los 15 años publicó sus primeros versos en la prensa local, y empezó a estudiar para maestra. En 1906 se enamoró de un modesto empleado de ferrocarriles, Romelio Ureta, que, por causas desconocidas, se suicidó al poco tiempo; de la enorme impresión que le causó aquella pérdida surgieron sus primeros versos importantes. En 1910 obtuvo el título de maestra en Santiago, y cuatro años después se produjo su consagración poética en los juegos florales de la capital de Chile; los versos ganadores- Los sonetos de la muerte- pertenecen a su libro Desolación (1922), que publicaría el instituto de las Españas de Nueva York. En 1925 dejó la enseñanza, y, tras actuar como representante de Chile en el Instituto de cooperación intelectual de la S.D.N., fue cónsul en Nápoles y en Lisboa. Vuelta a su patria colaboró decisivamente en la campaña electoral del Frente popular (1938), que llevó a la presidencia de la república a su amigo de juventud P. Aguirre Cerda. En 1945 recibió el premio Nobel de literatura; viajó por todo el mundo, y en 1951 recogió en su país el premio nacional.
En 1953 se le nombra Cónsul de Chile en Nueva York. Participa en la Asamblea de Las Naciones Unidas representando a Chile. En 1954 viene a Chile y se le tributa un homenaje oficial. Regresa a los Estados Unidos.
El Gobierno de Chile le acuerda en 1956 una pensión especial por la Ley que se promulga en el mes de noviembre.
En1957, después de una larga enfermedad, muere el 10 de enero, en el Hospital General de Hempstead, en Nueva York. Sus restos reciben el homenaje del pueblo chileno, declarándose tres días de duelo oficial. Los funerales constituyen una apoteosis. Se le rinden homenajes en todo el Continente y en la mayoría de los países del mundo.
La obra poética de Gabriela Mistral surge del modernismo, más concretamente de Amado Nervo, aunque también se aprecia la influencia de Frédéric Mistral (de quién tomó el seudónimo) y el recuerdo del estilo de la Biblia. De algunos momentos de Rubén Darío tomó, sin duda, la principal de sus características: la ausencia de retórica y el gusto por el lenguaje coloquial. A pesar de sus imágenes violentas y su gusto por los símbolos, fue, sin embargo, absolutamente refractaria a la "poesía pura", y, ya en 1945, rechazó un prólogo de P. Valéry a la versión francesa de sus versos. Sus temas predilectos fueron: la maternidad, el amor, la comunión con la naturaleza americana, la muerte como destino, y, por encima de todos, un extraño panteísmo religioso, que, no obstante, persiste en la utilización de las referencias concretas al cristianismo. Al citado Desolación siguieron los libros Lecturas para mujeres destinadas a la enseñanza del lenguaje (1924); Ternura (1924), canciones para niños; Tala (1938); Poemas de las madres (1950), y Lagar (1954). Póstumamente se recogieron su Epistolario (1957) y sus Recados contando a Chile (1957), originales prosas periodísticas, dispersas en publicaciones desde 1925.

Jorge Teillier

Poeta chileno, nació en Lautaro (Chile) el 24 de junio de 1935 (el mismo día y año de la muerte de Carlos Gardel) y murió en Viña del Mar el 22 de abril de 1996. Estudió Pedagogía en Historia y Geografía en la Universidad de Chile, ejerció la docencia en el Liceo de Lautaro y fue director de las revistas Orfeo y Boletín de la Universidad de Chile. Recibió una serie de premios, entre los que destacan el concurso de poesía "Gabriela Mistral" (1962), el Premio Estimulo CRAV (1963) y el Premio Eduardo Anguita (1993), concedido por la Editorial Universitaria al poeta vivo más importante de Chile que no hubiese conseguido el Premio Nacional. Sus influencias poéticas van desde el modernismo hispanoamericano y el creacionismo de Vicente Huidobro hasta la poesía universal de Rainer María Rilke. Sin embargo, se lo vincula más directamente con los poetas Friedrich Hölderlin, Georg Trakl y Sergéi Yesenin, ya que tanto ellos como él manifestaron en su escritura una profunda relación con la aldea y con el mito. Los últimos años de su vida los pasó en La Ligua, en el sector denominado El Molino de Ingenio. Murió a la edad de 60 años en el Hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar. Sus restos mortales descansan en el cementerio de La Ligua.

Vicente Huidobro

Nacido en el seno de una familia de acusada tradición literaria -su madre era
escritora-, pronto mostró el joven Vicente una notable inclinación hacia la
creación poética, plasmada cuando sólo tenía doce años de edad en las
primeras composiciones que dio a conocer. Este talante creador, estrechamente
ligado a su espíritu iconoclasta, le llevó a rechazar, en un manifiesto que hizo
público cuando aún era adolescente, cualquier forma de poesía anterior.

Decidido a abrirse camino en el mundo de las Letras, rechazó también la
reducida atmósfera literaria chilena para trasladarse a París en 1916, donde
participó en todos los movimientos vanguardistas que por aquellos años florecían,
y vertiginosamente se agostaban, en la capital francesa; allí pudo empezar a
publicar sus primeras colaboraciones en algunas revistas tan significativas como
Sic y Nord-Sud, y entablar relaciones con las principales cabezas de la
Vanguardia europea, como los surrealistas Guillaume Apollinaire y Pierre
Reverdy, con quienes colaboró en la fundación de una de las publicaciones
recién citadas (Nord-Sud). Sin embargo, y a pesar de esta estrecha colaboración
en los comienzos de su andadura literaria, Vicente Huidobro pronto se
distanció voluntariamente de los postulados surrealistas, ya que en su particular
concepción de la creación artística no cabía la máxima de que el artista era un
mero instrumento revelador de los dictados de su inconsciente.

Esta ruptura con el surrealismo le animó a plantearse la validez de todas las
corrientes vanguardistas que había conocido de primera mano. Así, rechazó
también las propuestas del futurismo, pues tenía el convencimiento de que el
fervor manifestado hacia la máquina se apagaría en cuanto el hombre su hubiera
acostumbrado a los adelantos del progreso técnico. El sucesivo rechazo de
todos los postulados estéticos de la Vanguardia llevó a Vicente Huidobro a
crear su propia corriente, bautizada como Creacionismo, en la que situaba al
creador artístico a la altura de un demiurgo capaz de insuflar a su creación un
aliento vital tan poderoso que se podría medir, incluso, con las creaciones de la
propia Naturaleza. 

Así, para Huidobro y el resto de los creacionistas que inmediatamente cerraron
filas en torno a estas propuestas tan originales como transgresoras, el artista no
debía limitarse a reflejar la Naturaleza, sino que debía mantener con ella una
especie de competición en la que podía mostrar el vitalismo de su propia obra.
Lógicamente, esta concepción del arte en general (y, en el caso del propio
Huidobro, del hecho literario en particular) llevaba aparejada la necesidad de
crear nuevas imágenes, tan coloristas como animadas e sorprendentes, e
incluso, un novedoso lenguaje poético capaz de romper con todos los niveles de
la lengua y generar también su propia sintaxis; de ahí que la yuxtaposición (de
oraciones, vocablos o sonidos extrañamente puestos en contacto) se convirtiera
en una de las características más acusadas del Creacionismo, al tiempo que las
largas secuencias y enumeraciones de palabras y sintagmas contribuyeran
decisivamente a dar al poema esa apariencia de objeto aleatorio, mera creación
de un dios absorto en las posibilidades estéticas del material con que moldea su
obra. 

Con estos presupuestos estéticos, Vicente Huidobro se presentó en Madrid en
1918, donde fundó un destacado grupo de poetas creacionistas consagrados a la
elaboración de textos que seguían fielmente los postulados del ya respetado
maestro chileno. Por aquel entonces ya era un poeta fecundo, que arrastraba
tras sí una interesante producción literaria: seis poemarios impresos en su país
natal (Ecos del alma, La gruta del silencio, Canciones en la noche, Pasando y
pasando, Las pagodas ocultas y Adán), uno aparecido en Buenos Aires (El
espejo de agua) y otro publicado en París (Horizon Carré). Así, no es de extrañar
que en Madrid las imprentas y editoriales compitieran entre sí por llevar a los
tórculos las últimas creaciones de Huidobro, competición que enseguida arrojó
sus frutos en forma de cuatro nuevos poemarios (Poemas árticos, Ecuatorial,
Tour Eiffel y Hallali).

De retorno a París, Vicente Huidobro continuó su febril proceso de creación
poética, ahora enriquecida con una curiosa aproximación al género
narrativo-cinematográfico, la novela-guión Cagliostro, de 1921. La sucesión de
títulos detallada más abajo (vid. el apartado "Obra") da buena cuenta de la
capacidad y la fecundidad creativa de este poeta durante la década de los años
veinte. Alrededor de 1930 fue cuando dio los toques finales a sus dos obras
cumbres, dos poemarios que, desde el momento mismo de su aparición estaban
llamados a situarse en los puestos cimeros de la literatura universal. 

Por aquel entonces, Huidobro estaba en el apogeo de su fama, y gozaba del
éxito obtenido por su novela fílmica Mío Cid Campeador (1929), en la que el
propio poeta, que alardeaba de ser descendiente de Rodrigo Díaz de Vivar,
identificaba su relación amorosa con Ximena Amunátegui como una
reencarnación moderna de la pareja formada por El Cid y Doña Jimena. 

La peripecia que había dado lugar a esta unión no puede ser más rocambolesca:
en 1925, coincidiendo con su regreso a Chile y su fracaso en el intento de tomar
parte activa en la política de su país (llegó a presentarse como candidato a la
Presidencia), el gran poeta conoció a Ximena, una joven estudiante de quince
años de edad, por la que abandonó a su mujer (con la que llevaba casado más
de quince años) y a sus hijos. Ximena no sólo era menor de edad, sino hija de un
poderoso prócer chileno, quien se opuso tajantemente a su unión con el poeta.
Huidobro marchó entonces a París, cerró la casa de Montmartre donde había
residido con su familia, y se trasladó a Nueva York, donde cosechó algún éxito
como escritor de guiones cinematográficos. 

Pero en 1928, cuando Ximena Amunátegui acababa de alcanzar la mayoría de
edad, el poeta viajó a Chile, la raptó a la salida del Liceo y se marchó de nuevo a
París, en donde la feliz pareja se instaló en el barrio de Montparnasse. Fueron
aquellos unos años de plenitud amorosa y creativa para el poeta, quien, después
del mencionado éxito de su versión del Cid, decidió retomar un largo y ambicioso
proyecto en el que había empezado a trabajar diez años antes. Se trata de
Altazor o el viaje en paracaídas, la obra cumbre del Creacionismo universal, que
junto con Temblor de cielo (acabado también por aquellas fechas), constituye el
mayor legado de Huidobro a la poesía de su tiempo y, sin lugar a dudas, una de
las fuentes que con mayor generosidad habría de surtir a los poetas venideros.

A finales del siglo XX, después de que las corrientes estéticas hayan virado por
centenares de derrotas diferentes, el valor poético de Altazor y Temblor de cielo
sigue siendo incalculable. Bien es cierto que una parte de la crítica, aquella que
reacciona anacrónicamente contra los postulados vanguardistas, sólo ve en
Huidobro una especie de ingenioso prestidigitador que juega con las palabras
como si de objetos malabares se tratasen, sin conseguir dar a sus
composiciones sentido alguno; pero la mayoría de los estudiosos del fenómeno
poético aún se deslumbra con las imágenes, la vivacidad, la invención y la
heterodoxia inconformista y novedosa de este gran rebelde de las letras
hispanas, quien supo mantener su vigor creacionista hasta en el epitafio que dejó
escrito para su lápida:
"Abrid esta tumba: al fondo se ve el mar".Huidobro en 1948, y frente al
mar (o tal vez sobre él, como reza su epitafio) reposan sus restos en el
camposanto de la bella localidad chilena.

Miguel Arteche 

Miguel Arteche Salinas nace en Nueva Imperial el 4 de junio de 1926, hijo de Luis Osvaldo Salinas Adrián e Isabel Arteche Bahillo. Realiza sus estudios secundarios en el Liceo de Los Ángeles y en Instituto Nacional de Santiago. Cursa derecho en la Universidad de Chile (1945-1946), carrera que no finaliza, y literatura española en la Universidad de Madrid desde 1951 hasta 1953. Contrae matrimonio en la capital española en 1953 con Ximena Garcés con quien tiene siete hijos: Juan Miguel, Andrea, Rafael, Cristóbal, Isabel, Amparo e Ignacio. 

Su infancia está marcada por la prematura muerte de su padre y la impronta
imborrable de su tío sacerdote don Gonzalo Arteche Bahillo, quien posee una
importante biblioteca donde el joven Arteche inicia sus primeras lecturas poéticas, claramente influenciado por la literatura española de los Siglos de Oro y, más tarde, por la poesía del grupo poético del 27. Es justamente bajo el influjo de una de las voces principales de esta generación, Luis Cernuda, en las vacaciones de 1943 en Quintero, cuando el poeta iniciará su andadura poética.

Su vida y su labor literaria pueden ser catalogadas como muy intensas: veintitrés
libros de poesía, cuatro novelas, dos libros de cuentos, una gran cantidad de
ensayos, antologías, traducciones, viajes, premios, cargos académicos y
diplomáticos, etc. Igualmente, es indispensable señalar también que debe
considerársele como un generoso formador de las nuevas promociones literarias
chilenas.

En 1947, Miguel Arteche publica su primer volumen de poemas, La invitación al
olvido, texto que debe situarse como uno de los más hermosos primeros libros de la poesía chilena. Marcadamente "cernudiano" –como el mismo autor lo ha reconocido- se trata de un poemario donde el sur de Chile, sus árboles, su paisaje, sus vientos, tienen un indiscutible protagonismo, pero, por sobre todas las cosas (y tal como lo señala el prologuista del libro, Eduardo Carranza) donde se alza la voz y la presencia de un poeta indispensable en la rica tradición de este género en el Chile del siglo veinte.

Desde la aparición de su primer libro, el poeta no cejará en la búsqueda de su
estilo y en el constante oficio poético: año tras año irá publicando distintos libros
de poemas que lo consolidarán como una de las voces más destacadas de la
generación del 50. Oda fúnebre (1948), Una nube (1949), El sur dormido (1950) y Cantata del desterrado (1951) serán los volúmenes que antecedan su partida hacia Europa.

1996 será el año en que el poeta reciba el Premio Nacional de Literatura, distinción que, según la mayoría de la comunidad intelectual, merece ya desde hace años. Un día antes de la importante noticia, Arteche ha presentado su más reciente poemario, Poemas para nietos (38) y también ha recogido en una nueva selección de poemas su Antología cuarta (39). Entre las diversas razones argumentadas por el jurado para premiar al poeta, se señala: "(...) la continuidad y el rigor estético y ético con que se ha dedicado a la elaboración de su obra y a la formación de nuevos autores (...)" (40). Un galardón que parecía ser esquivo a Arteche, pero que finalmente vino con justicia a premiar una de las obras más profundas de la mejor parte de la poesía chilena escrita en el siglo veinte. 

Nicanor Parra
Hijo de Rosa Clara Sandoval Navarrete, crece en un ambiente artístico. Desde pequeño alternó su residencia entre Santiago, Lautaro, Ancud y Chillán.
En 1927, ingresó en el Liceo de Hombres de Chillán, donde cursó hasta el Quinto Año de Humanidades. En 1932, huyó de casa rumbo a Santiago, donde cursó el último año de educación secundaria en el Internado Nacional Barros Arana, gracias a una beca de la Liga de Estudiantes Pobres. Ahí conoció a Jorge Millas, Luis Oyarzún y Carlos Pedraza, con los cuales tuvo gran afinidad artística. El año 1933, el poeta ingresó al Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile con el fin de estudiar Matemáticas y Física. También tomó Ingeniería, Derecho e Inglés, pero pronto los abandonó. Financió sus estudios desempeñándose como inspector del INBA y fue allí cuando en 1935 publicó su primer anticuento llamado "Gato en el camino" en la Revista Nueva (publicación que fundó junto a Millas y Pedraza). El relato circuló entre los inspectores, profesores y alumnos del Internado.
Regresó del Instituto Pedagógico en 1937, para desempeñarse como profesor de matemáticas y física en el Liceo de Hombres de Chillán. El mismo año publica Cancionero sin nombre, su primer libro de versos, donde dejó entrever huellas de la poesía de García Lorca.
En 1938 es galardonado con el Premio Municipal de Santiago por su contribución a la física y la matemática.
En 1943 viaja a Estados Unidos a estudiar mecánica avanzada al medio en la Brown University, mediante una beca del Institute of International Education. Regresa en 1946 incorporándose a la Universidad de Chile como profesor titular de Mecánica Racional. En 1948 es nombrado Director Interino de la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Chile. En 1949 parte a Inglaterra gracias a la beca del Consejo Británico con la intención de estudiar cosmología en Oxford. Su paso por los Estados Unidos e Inglaterra, particularmente la inmersión en la vida cotidiana de dos sociedades desarrolladas, y su oposición a la poesía tradicional de Pablo Neruda, son fundamentales en la gestación de sus antipoemas.
 
Exposicion de Nicanor Parra en el Centro Cultural Palacio de La Moneda.
Vuelve a Chile en 1951, casado con Inga Palmén, de nacionalidad sueca. En los Anales de la Universidad de Chile aparece una selección de sus antipoemas. Luego, en 1952 realiza nuevos avances en la poesía no tradicional, montando junto a Enrique Lihn, Alejandro Jodorowsky y otros, la poesía-mural quebrantahuesos, hecha con recortes de diarios.
En 1954 aparece su segundo libro: Poemas y Antipoemas. El sistema antipoético incluye entre sus elementos un personaje antiheróico, humor, ironía, sarcasmo y un verso cuyo léxico y sintaxis no obedecen al modelo literario clásico, sino al lenguaje cotidiano. En su país, este nuevo estilo de poesía fue apoyado públicamente por el crítico literario Ignacio Valente, quien ha resultado ser uno de sus máximos divulgadores.
En 1959 es invitado al congreso mundial de la paz en Pekín, China; para alcanzar la capital, viaja primero a Estocolmo, Suecia, debido a que los viajes a los países del socialismo real, en esa época de la Guerra Fría, eran exhaustivamente controlados por los organismos de seguridad occidentales. Visita a Artur Lundkvist, entonces Secretario Permanente de la Academia Sueca, y en casa de éste conoce a la escritora, Sun Axelsson, con quien se unirá sentimentalmente y que motivará, luego, el viaje de ella a Chile.
En 1969 recibe el Premio Nacional de Literatura por todo su trabajo literario y por el impacto que generó su libro Obra Gruesa, que publica ese mismo año.
En 1991, se le otorga en México el premio Juan Rulfo. También ese año es nombrado Doctor Honoris Causa en la Universidad de Brown, grado que le conferirían luego también las universidades de Concepción en 1996, y del Biobío en 2000.
En 2000, recibe el Honorary Fellow de la Universidad de Oxford. El año 2001 recibe el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, además del Premio Bicentenario de la Corporación Cultural de Chile y Universidad de Chile.
Tras una mediática exposición en el Centro Cultural Palacio de La Moneda, donde ahorcó a todos los ex-presidentes, que causó gran impacto, en octubre de 2006 presenta su nuevo libro "obras completas y algo más", que llegó a ser el más vendido en la feria del libro 2006.
 
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